Zapatero promete fondos para las grandes obras pero evita dar plazos El presidente asegura que mantendrá el ritmo de inversión "hasta ver la alta velocidad en Gijón". Areces reclama al Gobierno más compromisos como la autovía entre La Espina y Ponferrada. Las entrañas del valle del Huerna se abrieron ayer definitivamente para que Asturias y León también queden unidas bajo tierra. El primero de los túneles de la variante de Pajares es ya un paso limpio después de que las tuneladoras hayan horadado sus casi 25 kilómetros de longitud.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el jefe de obra que dio la orden de accionar la maquinaria y derribar el último muro. Sin embargo, Zapatero eludió dar fechas para la conclusión de las grandes obras en la región, como la variante de Pajares o la autovía del Cantábrico.
Se limitó a decir, que es un compromiso suyo y de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, conseguir que estén listas "en tiempo las mayores infraestructuras que ha conocido Asturias en su historia". Aunque evitó entrar en una guerra de plazos, sí que garantizó que no se escatimarán en recursos y que no se reducirá el ritmo de ejecución, ya que el Ejecutivo español realizará "el esfuerzo financiero que requieren". Antes, el presidente del Principado, Vicente Alvarez Areces, ya había desplegado una lista de peticiones que no sólo incluia la variante de Pajares y la autovía del Cantábrico, también reclamó la autovía La Espina-Ponferrada, la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Gijón, la conclusión del puerto del Musel o la construcción de la regasificadora. Areces aseguro que, pese a la crisis, Asturias mantendrá el mismo ritmo inversor y le lanzó un guante a Zapatero afirmando que está seguro de que el Gobierno hará lo mismo. DISCURSO OFICIAL
Zapatero está convencido de que la alta velocidad ferroviaria modernizará España y será un elemento fundamental para "la cohesión territorial del país, sobre todo para regiones como Asturias, Galicia o León que por su ubicación geográfica, lejos de los corredores del desarrollo se han visto perjudicadas". Así, señaló que cada metro de túnel excavado bajo la cordillera cantábrica se traducirá en puestos de trabajo, en desarrollo económico y en mejoras en el Estado de bienestar. De hecho, habló del "renacer industrial de Asturias, que ya ha empezado y que tendrá en la alta velocidad un elemento determinante".
No era su primera visita al valle del Huerna y a las obras de la variante de Pajares, la que es según sus palabras, "la obra pública de mayor envergadura de España". El presidente recordó cuando se puso en marcha la primera tuneladora. Cree que desde entonces no se ha perdido el tiempo y aseguró que en el futuro tampoco se va a hacer "hasta culminar las obras y ver la alta velocidad en Gijón". Para lograrlo garantiza "el esfuerzo financiero que requiere". "Hoy es el día en el que se abre la luz para pasar de las comunicaciones del siglo XIX a las del siglo XXI entre Asturias y el centro de España", manifestó el presidente del Gobierno durante su intervención. PETICIONES
Pero Areces ya tiene más proyectos en cartera. No basta concluir la variante de Pajares, exigió explícitamente "que la alta velocidad llegue con rapidez de Lena a Gijón". En este punto ofreció la colaboración institucional del Principado para buscar la mejor solución al trazado, "la más racional en un tramo de la zona central muy complejo" y en el que debe coexistir con el tráfico ferroviario de mercancías y de cercanías. Así prometió mantener el actual volumen de inversión y reclamó esta misma política al Ejecutivo central, a pesar de la crisis económica.
"Así seguiremos en los años venideros", explicó el presidente asturiano. Hubo más de un cruce de llamadas. Durante los últimos días hubo cierta confusión sobre dónde se celebraría el acto del ´cale´ del túnel. Todo estaba listo para que se celebrara en la vertiente leonesa. El presidente del Principado enterado de la decisión del Gobierno descolgó el teléfono y le dijo a Zapatero que tenía que organizarse en Asturias.
Su intervención debió ser convincente porque ajustó su agenda y vino a Lena a primera hora de la mañana, a pesar de que a las dos de la tarde tenía previsto otro acto en su ciudad natal y de que la otra boca del túnel le quedaba más cerca.
Textos extraidos del periódico online:www.lavozdeasturias.es
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